martes, 19 de julio de 2016

La caza de brujas



Hace unos días, todavía con la resaca del Resurrection Fest, me encuentro por las redes sociales una noticia sobre Bad Religion insultando a Bring Me The Horizon. Resulta que éstos últimos han hecho un alarde de prepotencia avisando con un cartel de que se negaban a llevar identificaciones y que nadie les impediría el paso, llevaran a quien llevaran y, el señor Baker, guitarrista de Bad Religion, aprovechó la situación para tener su minuto de gloria insultando a una banda que, le joda o no, tiene más éxito en la actualidad que la suya. Esto ha provocado una avalancha de insultos, cuando aquí no ha habido ningún héroe. Principalmente, porque el señor Baker no les ha dicho nada a la cara, habiendo tenido ocasiones en esa tarde, sino que ha preferido sobrarse en las redes sociales, insultando a una banda que, él mismo ha dicho, nunca ha escuchado. Por otro lado, obviamente Bring Me The Horizon tampoco tienen razón en esta disputa, ese cartel ha sido una falta de respeto al personal de seguridad del festival. Este suceso me ha hecho recordar la cantidad de veces que he escuchado insultos hacia ciertas bandas que me encantan provenientes de gente que ni se ha molestado en escucharlos, que da por hecho que son una mierda y que no respetan a sus fans, exactamente lo que han hecho el señor Baker y su legión de fans.

Puedo aseguraros que hay pocas cosas en esta vida que me pongan más furiosa que la gente que se dedica a gritar a los cuatro vientos: “mi música es la mejor, la tuya es una mierda”. Lo primero que se me pasa por la cabeza es: “¿quién coño te crees que eres para decidir lo que es bueno y lo que no?”. Parece que no se tiene derecho a tener gustos propios, incluso dentro de los propios subgéneros del rock, ya que si te encuentras con algún metalhead cabezón o algún adolescente (y no tan adolescente) sabiondo que se cree mejor que tú, te dirá que sus gustos marcan lo bueno y lo demás no vale nada. Todos creemos que nuestras opiniones, gustos y preferencias son lo mejor, y es cierto, son lo mejor para nosotros. De todos modos, no veo la necesidad de ir diciendo a los demás que mis gustos tienen más valía que los suyos, porque eso no es cierto.


Entrando en materia de talento o calidad musical, es evidente que hay diferencias. Sin embargo, eso no debe marcar que unas bandas o músicos deban gustarte o no. En mi caso, por ejemplo, siempre me han gustado bandas que no estaban precisamente formadas por grandes talentos. Sin embargo, su música conseguía transmitirme mucho más que otra más elaborada, con largos solos y músicos que derrochan talento. Esa música me ha acompañado en los últimos diez años de mi vida, durante mi adolescencia y mi edad adulta, durante momentos felices y no tan felices. Me ha ayudado a comprender sentimientos que no comprendía, a ver que hay vidas mucho más complicadas que la mía y que soy afortunada, y me ha hecho amar la música más que a muchas personas. Sin embargo, son bandas que, a pesar de no ser virtuosos, disfrutan de un gran éxito. Parece ser que ese éxito ha llevado a la conclusión de que son unos vendidos a una gran cantidad de gente, por el simple hecho de haber triunfado, a pesar de que ha sucedido haciendo lo que más les gusta. De ahí, el odio injustificado sólo fue a más, hacia ellos y hacia sus fans. Los mayores haters que he visto son los que creen que todo lo que no es extremo no vale nada, por tanto, todo lo que ha triunfado es una basura (o casi todo). Lo que no se paran a pensar es que, cuando una banda triunfa, es porque ha aumentado considerablemente su número de seguidores, personas  que son tremendamente felices escuchando esos álbums, viendo a esas bandas en directo y disfrutando de su música. Puedo comprender los cabreos hacia ciertos músicos que triunfan porque consideras que no lo merecen, yo también lo pienso en más de una ocasión. Lo que no comprendo es el ataque constante hacia todo lo que consideras indigno de existir. ¿Cómo puedes considerar que algo que transmite tanta satisfacción a tantísima gente es algo negativo? ¿Acaso sólo tú eres merecedor de ello? ¿Te crees mejor que yo porque nuestros gustos son diferentes? La única diferencia entre tú y yo es que yo no necesito reafirmar mis preferencias insultando las tuyas. Compañer@, deja esta absurda caza de brujas, hay espacio suficiente para ti y para mí.


Redacción: Olga Vidal

No hay comentarios:

Publicar un comentario