Hace
unos días, todavía con la resaca del Resurrection Fest, me encuentro por las
redes sociales una noticia sobre Bad Religion insultando a Bring Me The
Horizon. Resulta que éstos últimos han hecho un alarde de prepotencia avisando
con un cartel de que se negaban a llevar identificaciones y que nadie les
impediría el paso, llevaran a quien llevaran y, el señor Baker, guitarrista de
Bad Religion, aprovechó la situación para tener su minuto de gloria insultando
a una banda que, le joda o no, tiene más éxito en la actualidad que la suya.
Esto ha provocado una avalancha de insultos, cuando aquí no ha habido ningún
héroe. Principalmente, porque el señor Baker no les ha dicho nada a la cara,
habiendo tenido ocasiones en esa tarde, sino que ha preferido sobrarse en las
redes sociales, insultando a una banda que, él mismo ha dicho, nunca ha
escuchado. Por otro lado, obviamente Bring Me The Horizon tampoco tienen razón
en esta disputa, ese cartel ha sido una falta de respeto al personal de seguridad
del festival. Este suceso me ha hecho recordar la cantidad de veces que he
escuchado insultos hacia ciertas bandas que me encantan provenientes de gente
que ni se ha molestado en escucharlos, que da por hecho que son una mierda y
que no respetan a sus fans, exactamente lo que han hecho el señor Baker y su
legión de fans.
Puedo
aseguraros que hay pocas cosas en esta vida que me pongan más furiosa que la
gente que se dedica a gritar a los cuatro vientos: “mi música es la mejor, la
tuya es una mierda”. Lo primero que se me pasa por la cabeza es: “¿quién coño
te crees que eres para decidir lo que es bueno y lo que no?”. Parece que no se
tiene derecho a tener gustos propios, incluso dentro de los propios subgéneros
del rock, ya que si te encuentras con algún metalhead
cabezón o algún adolescente (y no tan adolescente) sabiondo que se cree mejor
que tú, te dirá que sus gustos marcan lo bueno y lo demás no vale nada. Todos
creemos que nuestras opiniones, gustos y preferencias son lo mejor, y es
cierto, son lo mejor para nosotros. De todos modos, no veo la necesidad de ir
diciendo a los demás que mis gustos tienen más valía que los suyos, porque eso
no es cierto.
Entrando
en materia de talento o calidad musical, es evidente que hay diferencias. Sin
embargo, eso no debe marcar que unas bandas o músicos deban gustarte o no. En
mi caso, por ejemplo, siempre me han gustado bandas que no estaban precisamente
formadas por grandes talentos. Sin embargo, su música conseguía transmitirme
mucho más que otra más elaborada, con largos solos y músicos que derrochan
talento. Esa música me ha acompañado en los últimos diez años de mi vida,
durante mi adolescencia y mi edad adulta, durante momentos felices y no tan
felices. Me ha ayudado a comprender sentimientos que no comprendía, a ver que
hay vidas mucho más complicadas que la mía y que soy afortunada, y me ha hecho
amar la música más que a muchas personas. Sin embargo, son bandas que, a pesar
de no ser virtuosos, disfrutan de un gran éxito. Parece ser que ese éxito ha
llevado a la conclusión de que son unos vendidos a una gran cantidad de gente,
por el simple hecho de haber triunfado, a pesar de que ha sucedido haciendo lo
que más les gusta. De ahí, el odio injustificado sólo fue a más, hacia ellos y
hacia sus fans. Los mayores haters
que he visto son los que creen que todo lo que no es extremo no vale nada, por
tanto, todo lo que ha triunfado es una basura (o casi todo). Lo que no se paran
a pensar es que, cuando una banda triunfa, es porque ha aumentado
considerablemente su número de seguidores, personas que son tremendamente felices escuchando esos
álbums, viendo a esas bandas en directo y disfrutando de su música. Puedo
comprender los cabreos hacia ciertos músicos que triunfan porque consideras que
no lo merecen, yo también lo pienso en más de una ocasión. Lo que no comprendo
es el ataque constante hacia todo lo que consideras indigno de existir. ¿Cómo
puedes considerar que algo que transmite tanta satisfacción a tantísima gente
es algo negativo? ¿Acaso sólo tú eres merecedor de ello? ¿Te crees mejor que yo
porque nuestros gustos son diferentes? La única diferencia entre tú y yo es que
yo no necesito reafirmar mis preferencias insultando las tuyas. Compañer@, deja
esta absurda caza de brujas, hay espacio suficiente para ti y para mí.
Redacción: Olga Vidal
No hay comentarios:
Publicar un comentario